Hoy tuve de nueva cuenta la oportunidad de ver, con motivo de la famosa Semana santa, la producción de quien en alguna ocasión fue mi jefe en Mad Max pero ahora en su versión de su película “La Pasión de Cristo” y no deja de sorprenderme cada vez más. Ya en alguna ocasión hice el comentario acerca de lo que sucedía aquí en Tijuana acerca de las películas, ya que independientemente de la “libertad” de culto que supuestamente tenemos en México según nuestra sagrada Constitución, la verdad es que existen contradicciones importantes en la conducta general de la población tijuanense.
Por un lado hace tiempo, cuando se estrenó la película de “El Crimen del Padre Amaro” tomaron tantas acciones para no permitir que se exhibiera con libertad en las salas de cine locales que incluso a su servidor que hoy tengo más de 40 años, en aquel tiempo insistieron que les mostrara una identificación oficial para poder ingresar a la sala, y no creo que haya sido por mi aspecto juvenil. En Cinepolis colocaron a 4 empleados en la entrada de cada sala para verificar que los que adquirieron sus boletos en las taquillas fueran efectivamente los que ingresaban a las salas, e incluso ahí, muchas veces volvieron a solicitar la credencial del IFE para asegurarse de la edad de las personas, creo que fueron mucho más estrictos en Cinepolis que las mismísimas autoridades en el aeropuerto de Los Ángeles después de los atentados del 11 de septiembre.
Pero lo curioso y paradójico es que finalmente la película no mostraba nada que pudiera provocar daños cerebrales a los que ya venían en una condición similar previa. Y no lo digo por nada en especial, pero me tocó ese día que asistí una comitiva bastante numerosa de representantes del clero local en sus coloridos atuendos, quienes casi al punto del vomito se retiraron antes de finalizar la sacrílega función, me imagino que para que sus votos de “castidad” no se vieran fuertemente maltrataos por aquella exhibición de “pornografía cinematográfica” según sus débiles mentes.
Lo curioso es que cuando le toca el turno a la Pasión de Cristo, no sólo no revisaron la clasificación, sino que además asistieron bebes a la función y muchos niños, casi como el estreno del hombre araña, y es ahí donde me perdí, y perdón que me vea tan confundido pero quiere decir que ¿la sexualidad es más escandalosa y violenta que la cantidad de colorante artificial que derramo el actor en la cinta de la pasión de cristo?
No estamos aquí para discutir la “existencia” o falsedad de Dios, ese tema, incluso para mis amigos de la FIDA que tanto me animan, debe ser ya totalmente infructuoso, ya que parafraseando a los creyentes, les puedo decir que: “no se deben dar perlas a los cerdos” así que el conocimiento, la libertad y la realidad son perlas; y discutir este asunto que ha costado tantas vidas a lo largo de la historia, no se va a solucionar en un Blog personal, ni es la intención tampoco, así que no se pongan frenéticos queridos amigos creyentes, no pasa nada, ahí esta su creencia intacta, ya nos veremos el día del juicio final cuando todas las plagas de la Apocalipsis y los miles de relámpagos caigan sobre mi por blasfemo. :)
También hablé ya de lo que sucedió con la película de Apocalypto, donde mi compadre Gibson perdió con mis compatriotas la credibilidad ganada con la Pasión de Cristo y ahora se hunde en la incredulidad e indignación de una nación guadalupana que se vio “ofendida” por verse ante la opinión publica mundial “devaluada” por la manera en que Gibson muestra a los Mayas, que dicho sea de paso, la gran mayoría de los mexicanos no tienen la menor idea de su cultura y lo vemos en la cantidad de basura y daños que se pueden observar en las distintas y muy variadas zonas arqueológicas de aquella región del sureste mexicano. Y eso es solamente de los que han viajado para aquellas tierras, ya que la gran mayoría no sale de sus lugares de origen. Y no critico eso, ya que nuestra economía no es para menos, pero ¿cómo sentirse indignado por un lado por nuestros mayas y por otro ocupamos el lugar que ocupamos en analfabetismo mundial?
Ahora bien, en esta película, Apocalypto, hubo mucha indignación porque no se mostraron las cosas como son, se exageró en la sangre y se mal interpretó la historia, manipulándola para mostrar una imagen falsa de los hechos. A ver si entendí… ¿qué no fue exactamente lo mismo que hizo Gibson con la pasión de Cristo? Es decir: “no se mostraron las cosas como son, se exageró en la sangre y se mal interpretó la historia, manipulándola para mostrar una imagen falsa de los hechos”. Pero aquí nadie reclamó nada, nadie calculó el daño emocional de los niños que vieron aquellas escenas sangrientas y que nadie les explico que eran producto de la ficción. Por el contrario, los papas notoriamente tocados emocionalmente por las escenas que mostraban, de forma visual, lo que les meten en la cabeza en sus respectivas iglesias les decían a sus hijos, “vistes mijito, así sufrió el señor por ti”.
Todos sabemos que la fe se nutre de la ignorancia, el miedo y la culpa, pero esto es ridículo!!! Si los adultos quieren por voluntad propia, seguir sufriendo penas ajenas y culpar su vida de pecado por las frustraciones de lo que no se han atrevido a ser o de lo que no se han atrevido a hacer para acercarse a la felicidad, es asunto suyo, pero dejen a los niños en paz por favor, ¿en verdad quieren que ellos se sientan como ustedes se sienten por dentro? Esta semana santa hagan una pausa para reflexionar, pero no por el sufrimiento y el dolor que supuestamente un tipo experimento para salvarlos (nótese que yo ya no me incluyo porque el infierno me espera con los brazos abiertos, para que se ahorren el comentario please) Sino por darles a nuestros niños la oportunidad de que ellos no vivan con los mismos miedos y frustraciones que nos inculcaron a nosotros. Ellos tienen la oportunidad de ser felices, ¿que no es lo que se supone que queremos para ellos?
La fe ciega es estúpida, si van a creer entonces crean, pero tomen lo mejor de cada creencia, por lo menos para que no se vayan a arrepentir el día de su juicio final que no tarda según esto, yo ya estoy muy cómodo esperándolo, me va a ir como en feria se supone, así que como de cualquier manera me voy a retorcer en las profundidades del averno, más vale que le siga dando vuelo a la hilacha…. Y prometo que esa misma oportunidad que tengo de ser feliz se la daré a mi hijo, que no tarda en nacer el próximo mayo, aunque nos retorzamos juntos en el infierno después, por vivir libres…
Vale la pena eso y mucho más.
Feliz semana Santa.